Llegaste tú...

Podría empezar por decirte, que empecé el año contigo dentro de mí...y sin saberlo..

Compartiste las navidades con tu familia, y yo aun no sabía que tenía que presentarte.

Tuviste a tu padre muy cerca desde el primer día, aunque él tambien ignoraba que estuvieses...

Y yo, achacando todas tus señales a otras cosas que no eras tú, seguía mi vida sin saber que crecías en mí.

Para empezar a contarte, quizas tengo que remontarme a el dia 13 de enero.Pasados los reyes, sin saber que nuestro mejor regalo eras tú.

Ese día, tu padre y yo, decidimos descartar la opción de que estuviese embarazada. Pensábamos..otro test más, otro negativo, y todo es un retraso.

Llegamos a casa con la tranquilidad de que nada sobresaltaría nuestra vida. Pero fué cuestión de segundos.

(Tengo que admitirte, que este no fue tu primer test, si no el quinto, pero quizás es el que mejor refleja que estabas dentro de mí)

En el minuto uno de ver el resultado positivo, solo supe llorar...pero no de pena eh?...si no de alegría, de sorpresa.de saborear el mejor momento de nuestra vida...y tambien, por que no, de responsabilidad.

Tu padre, solo alcanzaba a sonreir..una sonrisa que le iluminaba la cara, sin palabras, pero no hicieron falta..

Tras cinco positivos, no lo creía aun (soy asi de cabezona), pero la noticia viajó de Madrid a Huelva en cuestión de segundos.

Tus abuelos, lloraban, reían, todo el mundo se alegro de la noticia, todos.

Y a mí, me costó un par de días, creermela, y aun así, seguia siendo incrédula.

Podría contarte los días posteriores, donde ya interpretaba tus señales, pero prefiero no profundizar en las veces que me has echo levantarme para ir al baño, lo poco que te gustan algunas comidas, y lo cansada que me sentía de no se el qué.

Prefiero contarte el primer día que te vimos.

Nos podían los nervios, yo aun creía que el médico me díria que no era verdad, que era algo psicológico..(si, tu madre es asi de enrevesada).

Pero llego la hora, aproximadamente las seis de la tarde del 25 de enero, en que por primera vez te mostraste para nosotros.

Yo no alcance a escuchar tus latidos, por que me inundaron las lagrimas, pero el médico nos dijo que escuchaba tu corazoncito, y yo respiré tranquila.

Medías 1cm..que frágil te sentí en esos momentos.

Alcancé a ver como tu corazoncito bombeaba, y volví a respirar tranquilidad.

Aun no se diferenciaba tu cabecita, ni tus manos, ni tus pies...pero para mí, esa manchita que se movía, hizo que ese momento fuera el mejor de mi vida.

Tu padre no quitaba ojo de la pantalla donde te veía, sin querer perderse ni un minuto de tu existencia...no podia sentirme más plena al verle, y al verte a ti.

Ahí, ya siendo toda una lentejita, nos brindaste nuestro segundo mejor momento de nuestra vida.

A partir de ahí, todo han sido alegrías. Y nosotros vamos aprendiendo a disfrutar cada instante de tí.

Así te cuento como llegaste a nosotros aquel día, para poder empezar a contarte como trascurren estos meses que estas dentro de mí.

Te queremos.